Robert Pattinson se pone frente a frente contra Willem Dafoe en «El faro», un thriller entre el terror y el humor negro dirigido por el director Robert Eggers. Una batalla interpretativa que nos regala dos actuaciones inolvidables. A Pattinson le golpean, le hacen comer barro y aún así convence con su incontrolable fuerza. Con este personaje, previo a meterse en la piel de Batman, Pattinson se olvida de la locura que le perseguía hace una década, cuando millones de mujeres vivían enamoradas de su personaje Edward Cullen en «Crepúsculo».
P -¿Ha podido desprenderse del fenómeno «Crepúsculo» y de lo que había a su alrededor?
R -Después de «Crepúsculo» me convertí en una persona pública, y mi ego tuvo que enfrentarse a muchas cosas. A mí no me gusta llamar la atención, que la gente me abrace; todo eso me obligó a cambiar. En los últimos dos años siento que estoy más cómodo dentro de mi piel.
P -¿Qué le llevó a protagonizar «El faro»?
R -El guion de Robert (Eggers) era muy atrevido. Cuando lo leí, me sorprendí. Yo había visto su primera película, «La bruja», y me impactó su talento. De hecho, le pedí a mi agente que le llamará y me consiguiera una reunión con él. Me contrató antes de que tuviera el guion terminado. Me interesan las historias que despiertan mi curiosidad.
P -En ambas películas de Eggers la superstición y la paranoia acaban por provocar la tragedia...
R -Este ha sido un rodaje muy físico porque así lo requería el personaje. Cuando más realismo, más fácil es meterse en el extraño espacio mental que me toca habitar en la ficción. Puede parecer extraño, pero las películas de Eggers no te dan el contenido masticado, sin embargo, creo que eso es precisamente es lo divertido de trabajar con él.
P -¿Qué tal ha sido el mano a mano con Willem Dafoe?
R -Trabajar con Willem ha sido una experiencia fascinante porque me triplicaba en energía. Yo soy más joven, pero su aguante es el de un adolescente. Lo que ofrece a la interpretación es sobresaliente, jamás había tenido un adversario de este calibre. Tengo que decir que Dafoe es un genio, me habían avisado de que haría alguna locura, pero nunca pensé que iba a presentarse con una energía tan anárquica. Me intimidó y me ayudó porque mi personaje se siente acorralado por su personaje.
P -Y usted, ¿vive cada día como si fuera el último?
R -Si tuviera que morirme mañana me sentiría a gusto con lo que he conseguido. No soy muy ambicioso y tampoco me detengo ante lo que quiero. Soy bueno a la hora de perdonarme.
P -¿Cómo combate el aburrimiento?
R -Soy un tipo bastante aburrido, aunque voy mejorando. Durante mucho tiempo me daba miedo aparecer en público y me quedaba en casa sin hacer nada. Con la edad, las cosas se han calmado un poco y me estoy acostumbrando a tener confianza en mí mismo.
P -Ha decidido ser Batman, y en el pasado dijo que dudaría en volver a firmar por una gran franquicia. ¿Qué ha cambiado?
R -De verdad creo que Batman es un gran personaje. Con la edad, ves las cosas de otra manera. Mi madurez me permite lidiar con la fama y la atención de otra manera. Espero estar preparado, aunque sigo aprendiendo en mi carrera de actor.
P -Si ahora empieza a salir con modelos, ¿hará exactamente lo que se espera del actor sexy del momento?
R -Hay una línea muy precisa que delimita la realidad de la ficción. Si la gente no la establece, yo no puedo hacer nada por explicárselo.
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