Pattinson supo aprovechar la fama de 'Crepúsculo' para labrarse una carrera llena de riesgos, grandes cineastas y un inquebrantable compromiso con el cine adulto de calidad.
Va de dos fareros. Robert Pattinson y Willem Dafoe. Aislados. Casi siempre borrachos. Insultándose en inglés antiguo. Volviéndose progresivamente más chiflados. En blanco y negro. En 1.19:1 (es decir, ese formato cuadrado que solían tener las películas durante la transición del silente al sonoro). Ligeramente inspirada en Edgar Allan Poe. Con un tercer acto que es las malditas fallas de Valencia. Si todo lo que acabas de leer te parecen los ingredientes de una sesión de cine inolvidable, es tu día de suerte: 'El faro' es uno de esos estrenos que cuesta creer en una cartelera plagada de franquicias, secuelas, reboots y demás apuestas seguras. Con la nueva película de Robert Eggers, director de la también excelente 'La bruja' (2015), vas a estar de todo menos seguro. Y no hay mejor sensación dentro de una sala oscura.
'El faro' sólo podría haberse hecho realidad con alguien como Pattinson al frente, dispuesto a poner una y otra vez todo su star power al servicio de algunos de algunos de los cineastas más atrevidos y personales en activo. Tras arrasar con la saga 'Crepúsculo' (2008-2012), una suerte de condena cinematográfica que el actor vio necesaria en pos de un bien mayor, este londinense de mirada Magnum y flequillo desbocado se ha convertido en habitual de los festivales más prestigiosos, aunque aún hay quien tiene problemas para reconocer que, además de ayudar a financiar el tipo de películas que sí le interesa hacer, Robert Pattinson suele hacer un trabajo excelente en ellas. Quizá no sea el mejor actor de su generación, pero es desde luego el más completo, versátil e interesante. Edward Cullen aparte, nunca te vas a aburrir viéndolo crear un personaje. Pattinson será muchas cosas, pero desde luego no es un muermo.
Su carta de presentación fue 'Harry Potter y el cáliz de fuego' (2005), donde no encarnaba tanto a un personaje como a un ideal: Cedric Diggory, ese chico carismático y con buen corazón que muere para que el mundo mágico se pueda unir en contra de las fuerzas del Mal. Desde el principio, Pattinson fue acompañado de ese halo esquivo, casi vaporoso, que ha intentado quitarse con personajes falibles y cercanos, aunque para muchos nunca podrá superar al millonario post-humano de 'Cosmópolis' (2012). Incluso cuando apuesta por la sencillez, como en 'The Rover' (2014) o 'Life' (2015), Robert Pattinson sigue teniendo mucho de extraterrestre. Era, por tanto, sólo cuestión de tiempo que viajase más allá de las estrellas: 'High Life' (2018), de Claire Denis, ofrece un tour no lineal por el lado más extraño de la ciencia-ficción, o por el modelo de blockbuster que gente como él y Mia Goth protagonizan en un universo paralelo.
Por supuesto, ha tenido algún que otro traspiés. 'Agua para elefantes' (2011) llegó en un momento entre-Crepúsculos, cuando aún no sabía hacia dónde quería conducir su carrera, y lo cierto es que su 'Bel Ami' (2012) tampoco es nada sobre lo que escribir a casa. Pero no podemos tenerle esas minucias en cuenta a alguien que ha levantado proyectos como 'La reina del desierto' (2015) o 'Good Time' (2017), que hace una intervención en la radical 'La infancia de un líder' (2015) y que echa el resto en 'Z, la ciudad perdida' (2016), quizá uno de sus papeles más rotundos. Hace poco lo hemos podido ver en 'The King' (2019), donde resulta evidente que el director David Michôd debió dejar que se dirigiera a sí mismo: el resultado, fascinante y demasiado breve, equivale a contemplar a un actor perdido en una frecuencia muy diferente a la de sus compañeros. Robert Pattinson sabe hacer que cada segundo en pantalla cuente, ya sea a través de sus proverbiales reinvenciones o, como en 'The King', de una bola tan curva que ni siquiera sabemos por dónde nos ha llegado.
Queda plantearse, por tanto, cómo le irá a este adicto al riesgo en su regreso a las franquicias por la puerta grande con 'The Batman' (2020). De momento, respiramos tranquilos al saber que no se ha puesto en manos de cualquiera: con 'El amanecer del planeta de los simios' (2014) y 'La guerra del planeta de los simios' (2017), Matt Reeves demostró que sabe aunar como nadie gran espectáculo y visión autoral. Lo mismo podemos decir de Christopher Nolan, quien decidió reclutarlo para su misteriosa 'Tenet' (2020) nada más empezar a trabajar en el proyecto. No lo culpamos: tener a The Pat a tu lado, ya sea en un thriller de espionaje cuántico o en un drama de terror protagonizado por fareros, es tener un as en la manga.
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Gracias Susi!
Gracias a ti, Nani. Si no fuera por ti, no me enteraría de nada.
ResponderEliminarSólo el título ya nos dice mucho sobre él.
"El Faro" debe ser la leche por todo lo que hemos leído.
La verdad es que tiene una filmografía muy considerable e interesante, no le hace ascos a nada. Le encantan los retos.
Waoooo! Nunca antes había leído tantos elogios de una manera tan analítica, elocuente y verídica.
ResponderEliminarEn verdad está persona hizo su trabajo de investigación y captó parte de la mística de Robert. Y eso que no hablo de su belleza
Ya es hora de que sepan quien es Robert patinson , su trabajo le está costando , está demostrando lo que vale , es un magnífico actor ,
ResponderEliminarExacto, lo menospreciaron por ser hermoso físicamente y tan gentil como persona. Pues sale del standard de estrella ingreida y vanidosa a la , que está acostumbrada la prensa de Hollywood
ResponderEliminarLes molestó , que halla tomado el camino difícil del cine de arte en vez de los éxitos comerciales para los que tiene el porte. Porque de , que el hombre derrite un iceberg no cabe duda; si antes lo hacía con un cuerpo esbelto y casi sin tono muscular ahora que con lo trabajado , que está su cuerpo nadie puede ponerlo en duda.
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