Madre mía, ¡qué elegancia! No se puede serlo más. El traje gris es una preciosidad, le sienta genial el pelo rubio y esa pose y esas manos ... de infarto.Gracias, preciosa.
Madre mía, ¡qué elegancia! No se puede serlo más. El traje gris es una preciosidad, le sienta genial el pelo rubio y esa pose y esas manos ... de infarto.
ResponderEliminarGracias, preciosa.