Gracias, Nani. Es el rey del mambo. Tiene una simpatía que no se puede aguantar. Siempre con buen rollo con sus compañeros, que se parten cuando habla. Y yo, mientras, mirándole embobada con ese pelo rubio que tan bien le sienta y con sus toques de pelo que me vuelven loca, aparte de micro.
Gracias, Nani.
ResponderEliminarEs el rey del mambo. Tiene una simpatía que no se puede aguantar. Siempre con buen rollo con sus compañeros, que se parten cuando habla.
Y yo, mientras, mirándole embobada con ese pelo rubio que tan bien le sienta y con sus toques de pelo que me vuelven loca, aparte de micro.