La Víspera de San Juan o Noche de San Juan es una festividad cristiana, si bien coincide con otras fiestas de origen pagano (Litha) celebradas el 21 de junio (solsticio), en la que se suelen encender hogueras o fuegos, ligada con las celebraciones en las que se festejaba la llegada del solsticio de verano, el 21 de junio en el hemisferio norte, cuyo rito principal consiste en encender una hoguera. La finalidad de este rito era "dar más fuerza al sol", que a partir de esos días iba haciéndose más "débil" ―los días se van haciendo más cortos hasta el solsticio de invierno―. Simbólicamente el fuego también tiene una función "purificadora" en las personas que lo contemplaban. Se celebra en muchos puntos de Europa, aunque está especialmente arraigada en España, Portugal (Fogueiras de São João), Noruega (Jonsok), Dinamarca (Sankthans), Suecia (Midsommar), Finlandia (Juhannus), Estonia (Jaanipäev) y Reino Unido (Midsummer).
Los ritos que se desarrollan esa noche giran sobre todo en torno a tres elementos:
El fuego: Fogatas y ritos relacionados con el elemento se inician la víspera de este día para festejar el poder del sol y ayudarle a renovar su energía. La leyenda dice que las cenizas de la hoguera curan enfermedades. La costumbre proviene de antiguos cultos paganos que pretenden alejar los malos espíritus, pero también está relacionada con la prevención de epidemias por el poder anti-infeccioso que posee el fuego.
Agua: Simboliza fertilidad y pureza. Se considera que a partir de las doce de esta noche el agua es milagrosa, cura enfermedades y proporciona la felicidad. Los ritos de las nueve olas, recoger la flor del agua o bañarse desnudos en el rocío de los campos buscan efectos mágicos para encontrar pareja o tener hijos.
Tierra: Es costumbre que a partir de la medianoche se salga a los campos para recoger hierbas medicinales y luego se cuelguen en las ventanas de las casas para recibir la bendición de San Juan.
FELIZ NOCHE DE SAN JUAN