Rob, en olor de multitudes, siempre tan atento y con esas gafas que está para parar un tren de Alta Velocidad (un tren, a secas, se queda corto).
Rob, en olor de multitudes, siempre tan atento y con esas gafas que está para parar un tren de Alta Velocidad (un tren, a secas, se queda corto).
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