¡Es la perfección absoluta! No conozco a nadie como él. Sus ojos y su boca me pierden. Son taquicárdicas e infartosas, pobre corazón.
La mirada que más fuerza ejerce es aquella que sin decirte nada...te lo muestra todo...
¡Es la perfección absoluta! No conozco a nadie como él. Sus ojos y su boca me pierden. Son taquicárdicas e infartosas, pobre corazón.
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