Llega a nuestras pantallas 'Cosmopolis', la última película del director canadiense. Acompáñanos en este repaso sobre las características de su obra.
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El visionario realizador, revolucionó a mediados de los años setenta el cine de terror con títulos como Vinieron de dentro de... (Shivers) o Rabia, un género de parámetros muy definidos al que supo darle su particular toque de autor. La amplia mayoría de sus filmes están caracterizados por el exceso y la dureza, ya sea explícita como en Promesas del este o implícita, como en su anterior filme Un método peligroso.
Ya en una de sus primeras cintas, en la que unos parásitos infectan a los habitantes de un edificio convirtiéndoles en insaciables depredadores sexuales, Cronenberg mostraba uno de los elementos más determinantes del cine, la sexualidad y el erotismo. No es el único filme que gira en torno a esta temática, también lo hacen películas como Crash o Videodrome.
En el comienzo de su carrera cinematográfica, la enfermedad degenerativa de su padre acabó causándole la muerte. Este hecho que afectó especialmente al realizador está plasmado en gran parte de sus filmes, donde los personajes sufren de algún tipo de afección, ya sea física, como la transformación que degenera a Jeff Goldblum en La mosca (The Fly), o mental como la protagonista de Cromosoma 3 (una de las cintas más personales del canadiense).
En El almuerzo desnudo el protagonista cae en el mundo de las drogas y se traslada a un mundo irreal llamado "Interzona". También en eXistenZ o Videodrome los protagonistas se sumergen en un mundo virtual plagado de imágenes oníricas.
La dualidad cuerpo y mente está ampliamente presente en las producciones de Cronenberg. En Scanners: Su solo pensamiento podía matar la mente alcanza tal poder que puede incluso destruir a otra persona (para la posteridad quedará la popular escena en la que una cabeza estalla en mil pedazos), y en otro de sus filmes: Cromosoma 3, la protagonista es capaz de somatizar su ira creando unos pequeños engendros asesinos.
Otra de las características principales de la filmografía del director es su exploración de lo más oscuro del alma humana y de los sentimientos de personajes trastornados o inestables. Si en Spider un hombre trata de unir los hilos de su descompuesta inteligencia tras abandonar el psiquiátrico, Christopher Walken en la La zona muerta adquiere unos poderes extrasensoriales que no le harán ningún bien, mientras que a la protagonista de Rabia le aparece en el cuerpo un apéndice con el que extrae sangre a sus víctimas.
Cronenberg pensó en un primer momento dedicarse a escribir libros de ciencia. De ahí, su pasión por los avances de la tecnología del hombre y la unión de éste con su creación mecánica. Este rasgo latente lo podemos ver en cintas suyas como Videodrome en la que el vídeo doméstico puede manipular el cerebro humano o eXistenZ donde los humanos entran en un mundo virtual conectándose a una "bioconsola", una computadora que combina cables con tejidos y órganos internos.
El cineasta norteamericano ha llegado a definirse en alguna ocasión como cercano a las posturas existencialistas. Su cine se caracteriza por poner a sus personajes en situaciones límite, siempre al borde de la muerte, algo que para él es la única certeza que se cierne sobre el ser humano. En Inseparables, Jeremy Irons interpreta a dos gemelos que realizan casi todo juntos hasta que entra en su vida una persona que les arrastra a un infierno dominado por las drogas y la destrucción personal.
Aunque se trata de un concepto religioso, y el director se declara profundamente humanista, su cine se haya lleno de referencias hacia este aspecto. Por ejemplo, en Una historia de violencia, el protagonista encarnado por Viggo Mortensen busca redimirse de su pasado mediante la violencia de la que rehusó volver a utilizar nunca más.
David Cronenberg acerca sus películas al presente pero también al futuro en una perfecta simbiosis orquestada por cineasta de Toronto. Y precisamente este es el tema principal de su nuevo filme: Cosmopolis, en el que el realizador (inspirandose en la brillante novela de Don DeLillo) a través de unos abstractos diálogos sobre economía, nos conduce a su peculiar y apocalíptico mañana, gracias al devenir de un magnate de hoy en día (encarnado por Robert Pattinson).
Sensacine | via PattinsonWorld
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