La penúltima película de Twilight quizá no haya formado parte de nuestra lista de mejores películas de 2011, pero es duro argumentar haya una escena más memorable — por las cuales queremos referirnos a locuras totalmente grandes — que la secuencia en la que la embarazada Bella Swan se pone manos a la obra y Edward Cullen, después de darse cuenta que un simple bisturí no va a liberar a su hijo medio vampiro, medio humano, se pone a desgarrar el vientre de su esposa con sus colmillos. Sangre derramada, y se provocan jadeos y/o bufidos entre los espectadores (dependiendo del nivel relativo de Twi-fanatismo de cada uno), y ya se ha hecho historia cinematográfica.” — E.D.
Fuente: MTV
Traducción: TodoTwilightSaga
No hay comentarios:
Publicar un comentario