La convocatoria que podría paralizar los cines de la capital coincide con el estreno de la última parte de 'Crepúsculo'. ¿Es una coincidencia? Por supuesto que no. Te contamos las razones de la protesta contra los bajos salarios y la precariedad laboral en las salas. Por YAGO GARCÍA
Mientras lees este reportaje, es muy probable que la sede de la Federación de Exibidores de Cine de España (FECE) esté siendo el escenario de una reunión entre sindicatos y patronal que podría determinar muchas cosas en el mundo del cine. En el de Madrid, al menos, y en lo tocante a las salas de exhibición. Si en dicha reunión, que habrá comenzado a las 10 horas de esta mañana, no se llega a un acuerdo, una huelga de cines paralizará las pantallas de la capital durante el próximo fin de semana, entre el viernes 18 y el sábado 19 de noviembre.
Tras una primera e infructuosa reunión en la mañana del lunes, las centrales Comisiones Obreras y Unión General de Trabajadores mantienen la convocatoria de un paro al que, si se cumplen las previsiones más optimistas, podrían sumarse un buen número de los 2.800 empleados que trabajan en los cines de Madrid. Dicho paro ha sido convocado, por cierto, en el fin de semana en el que se estrenará La saga Crepúsculo: Amanecer. Parte I, el que se anuncia como el gran taquillazo del otoño de 2011. ¿Casualidad?
"Por supuesto que no ha sido casualidad", informa a CINEMANÍA Cristina Alonso, de UGT. "Cuando preparas una huelga siempre piensas en una fecha, y este estreno es uno de los mejores días para movilizarnos y hacer ver a la Patronal que el empleo en los cines no se puede precarizar". Maite Sánchez, de CC OO, también reconoce que la presencia de Robert Pattinson, Kristen Stewart y Taylor Lautner en las carteleras ha sido determinante a la hora de escoger la fecha de la huelga, a la que podría añadirse una segunda convocatoria los días 3 y 23 de diciembre, la fecha en la que los cines se llenan con los grandes estrenos navideños. Este viernes, es muy posible que los fans de la obra de Stephenie Meyer se encuentren con un piquete informativo, en lugar de con la boda de Edward y Bella.
Nuestras fuentes en ambas centrales sindicales confiesan estar peces en lo que a mitología crepusculina se refiere. Pero de los que sí saben, y mucho, es de las dos razones que les han llevado a convocar el paro. La primera: la gran disparidad salarial existente entre los trabajadores del cine en Madrid y en Barcelona. Según nos informan en ambos sindicatos, una taquillera o un acomodador de la Ciudad Condal cobran como media un 17% más que sus homólogos de la capital. A lo cual se añaden disputas en la cláusula de revisión salarial del nuevo convenio colectivo, que impondría un tope del 2,5 % en el incremento de los salarios según el IPC. Dado que, según datos del Ministerio de Cultura, las salas madrileñas recaudaron en 2009 4,8 millones de euros más que las barcelonesas, los sindicatos consideran esta diferencia de salarios como una cicatería. "Las empresas grandes van bien, eso lo sabemos", añade otra fuente sindical.
"La Patronal de Madrid ha accedido a cosas como pagar la totalidad de los salarios en las bajas por incapacidad, algo que se estipula en el convenio, o en conceder permisos por lunas de miel a las parejas de hecho, algo que en otros sectores, y otras ciudades, se lleva haciendo desde antes de 2001", nos cuenta Maite Sánchez, añadiendo otros puntos en los que los empresarios están dispuestos a ceder, como el quebranto de moneda (el plus que recibe el personal de taquilla por cuadrar la caja bien y a tiempo).
Pero dichas concesiones saben a poco, si tenemos en cuenta que en los cines madrileños se cobra un salario medio por debajo de los 900 € mensuales. "Los únicos que llegan a los 1.000 euros son los proyeccionistas", comenta Cristina de UGT antes de ofrecer un ejemplo desolador. "Una señora de la limpieza de una sala de cine de Madrid cobra ahora, en 2011, lo que cobraba una de Barcelona en 2003".
Eso cuando hay alguien dedicado en exlcusiva a limpiar la sala, claro, porque la otra gran razón para la huelga es, afirman los sindicatos, la precariedad laboral y las categorías profesionales. "En los cines, sobre todo durante los fines de semana, se suele disponer de personal a tiempo parcial que cobra en torno a los 500 euros mensuales", comenta Maite, de CC OO. Dicho personal, prosigue, tiene estipulado en sus contratos jornadas de 20 horas semanales "que fácilmente se convierten en 40", ya que las empresas suelen 'pluriemplear' a sus trabajadores: el mismo chico que te ha vendido la entrada se dedicará, más adelante, a atender el puesto de las palomitas, para después limpiar esas mismas palomitas del suelo cuando haya acabado la proyección. "Cuando se generalizaron las grandes multisalas en los centros comerciales, muchas personas jóvenes lo vieron como un buen trabajo a tiempo parcial", señala nuestra fuente de UGT. "Después, llegó la crisis... Y esas mismas personas se encontraron con que ese trabajo era el único que había". Algo que, añaden desde CC OO, "si tienes familia, y no digamos si tienes hijos, te obliga al pluriempleo".
De hecho, ambas portavoces coinciden en señalar que los contratos fijos son, como en tantos otros sectores, "una rareza: la mayoría de quienes los tienen son gente mayor, a punto de jubilarse". Según los sindicatos, el auge de las multisalas, y la generalización de los sistemas de proyección digital, han generalizado una mentalidad de 'vale todo'. "Antes", comenta Cristina Alonso, "un acomodador era un acomodador: ahora, tienes a un solo chico, o una sola chica, para ocuparse de muchas cosas".
La portavoz de UGT comenta que, en algunos cines de centros comerciales, se ha llegado al extremo de "vender las entradas en el mismo puesto de las palomitas, para no tener que pagar el alquiler de un espacio adicional". Sumemos a esta avalancha de tareas lo difícil que resulta la conciliación de la vida laboral y familiar para unos trabajadores que suelen ejercer su oficio en fin de semana, y en horarios de tarde o noche."Queremos que se organicen los turnos para que los empleados dispongan de al menos un fin de semana libre al mes", informa CC OO.
Por lo pronto, si la reunión de esta mañana no ha ofrecido resultados favorables a los sindicatos, la huelga seguirá convocada. Los sindicatos procuran ser realistas: según Cristina, de UGT, "los empresarios procurarán mantener las salas abiertas y minimizar pérdidas: los trabajadores en precario siempre están muy presionados". "Ahora, con dos empleados y un operador de cabina [de proyección], basta para mantener un cine abierto", sentencia por su parte Maite, de CC OO. Pero podemos estar seguros de que Amanecer lo tendrá bien crudo para batir récords de taquilla en su estreno español: a más salas abiertas, menos recaudación. ¿Y qué pasa con el público? "Queremos implicar a la gente para que se solidarice", nos dice la responsable de Comisiones Obreras, "porque estás pagando ocho euros por un servicio desmotivado en salas que casi siempre están sucias". Cristina Alonso, por su parte, confía en que los espectadores entiendan los motivos de la huelga: "Es un derecho básico", concluye.
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