Está de más recalcar, por enésima ocasión, que la traslación de una obra literaria a la pantalla grande jamás tendrá la fuerza del texto original. Hay muy pocos ejemplos de una exitosa adaptación cinematográfica de alguna importante novela, me refiero a cuando una película supera, incluso, el libro (se me ocurre
“El Padrino” de Mario Puzo reinterpretada por
Francis Ford Coppola por poner sólo un ejemplo) pero la verdad se trata de situaciones muy escasas. Hace algunos meses leí una novela ( por recomendación de mi hermana ) con el atractivo título de
“Agua Para Elefantes”, la cuál estaba firmada por
Sara Gruen. Inmeditamente me ví enganchado en la historia a pesar de tratarse del típico “best seller de aeropuerto” digamos que se trata de una novela con el único objetivo de entretener y nada más, sin embargo, el lírico texto de Gruen sugiere un cuento romántico para adultos repleto de imágenes que lo convierten en una lectura sumamente entretenida.
La autora presenta dos historias paralelas: una acontecida en la actualidad en un geriátrico americano y otra teniendo como marco un circo ambulante durante de recesión económica de principios del siglo pasado. Curiosamente el gancho de tratar de adivinar qué personaje es quién en cada una de las etapas le otorga un toque de suspenso muy atractivo al libro. Cuando esto se expresa visualmente, es obvio que el misterio desaparece inmediatamente y se convierte en un sólo romance épico que sirve como vehículo producido por la
Twentieh Century Fox para redituar en la imagen de estrellas como
Reese Witherspoon y
Robert Pattinson. Hace unos dias tuve la oportunidad de ver la versión fílmica dirigida por
Francis Lawrence quien contó con el trabajo del laureado escritor
Richard LaGravenesecomo adaptador del texto de Gruen. La cinta es un obvio pretexto para crear una atractiva excusa y presentar a los actores como la próxima pareja protagónica (aunque ella algunos años mayor que él sin que esto se explique en la cinta ).
“Agua Para Elefantes” no es una mala película, en absoluto, cuenta con un muy cuidado diseño de producción haciendo justicia, en momentos, a la imaginación de la autora, en especial a aquellas secuencias sucedidas en el circo, pero también debo confesarles que cuando los diálogos de la novela se trapasan a la pantalla grande se pierde gran parte del atractivo de la historia original convirtiéndose sólo en un romántico drama lineal sin muchas sorpresas. Los personajes entonces resultan demasiado arquetípicos: Jacob, el intrépido húerfano que llega como veterinario a la compañia circense, Marlena (Witherspoon) como la dulce heroína esposa del dueño de la empresa en busca de un nuevo acto que sirva de novedosa atracción a la audiencia y, no podria faltar, el villano del cuento en August (Christoph Waltz) el psicótico esposo de Marlena quien se interpondrá en la relación prohibida de los jóvenes amantes. Waltz hace del personaje una verdadera caricatura, probablemente no por falta de imaginación sino porque así lo solicitó el director responsable del proyecto, por que definitivamente su rol es mucho más interesante en el papel. Probablemente ahora que
“Agua Para Elefantes” se transformó en una cinta dejó de llamarme la atención el relato de Gruen pues se quedó solo en un producto comercial de carácter familiar, realizado con gran presupuesto y ejecutado con pericia, pues perdió el encanto del místico texto original. Supongo que casi todas la novelas con estas caracteristicas tienen el mismo resultado cuando se transforman en filmes ¿Ustedes qué opinan?
Fuente:
NoiselabAdaptación:
TodoTwilightSaga
No hay comentarios:
Publicar un comentario