Federico García Lorca (1898-1936) fue el dramaturgo y poeta más aclamado del siglo XX (Bodas de Sangre, Yerma, La Casa de Bernarda Alba). Él también era abiertamente gay y un oponente a las fuerzas fascistas de Francisco Franco durante la Guerra Civil Española. Consecuentemente, fue asesinado por los soldados fascistas. El año pasado, el director Paul Morrison, trabajando con un guión de Philippa Goslett, estrenó Little Ashes, un drama exquisito que se centra en la relación de García Lorca con el pintor surrealista catalán Salvador Dalí. Acaba de ponerse a la venta en DVD.
La película empieza en 1922, cuando García Lorca (Javier Beltrán) y Luis Buñuel (Matthew McNulty) llegan a la escuela de arte de Madrid. Pronto se reúne con ellos el excéntricamente vestido Dalí (Robert Pattinson). El arte, el cine (Buñuel), la literatura (García Lorca), la pintura (Dalí) les consume. Su amistad también. Buñuel es homófobo, quizás porque está subconscientemente atraído por uno o dos de sus compañeros. Una noche, viendo a dos hombre gays juntos, él grita que se debería disparar a los maricones.
En escenas que evocan a la aclamada producción de PBS Retorno a Brideshead, García Lorca y Dalí se enamoran. Ellos van en bici a lo largo de la costa agreste española, pasan horas en la playa, comparten abrazos, finalmente besos. Su primer intento en el terreno sexual falla cuando Dalí, enfadado, rechaza ser penetrado analmente. Un segundo intento, en sus habitaciones, es interrumpido por Magadalena (Marina Gatel), otra escritora que está enamorada de García Lorca. Más adelante, en una escena sorprendente, ella tiene relaciones sexuales con él, mientras él mira fijamente y atentamente a Dalí, claramente imaginando que él está debajo. Dalí mira desde una esquina, al tiempo que se masturba.
Buñuel, que sospecha de la relación entre García Lorca y Dalí, echa un vistazo al diario del poeta, confirmando sus miedos. Él va a un punto cercano de intercambio de sexo, anima a un hombre a que se le acerque, y cuando el hombre se prepara para hacerle una felación, Buñuel le golpea y le pega brutalmente, luego se va. Deja Madrid y se va a París.
Dalí sigue a Buñuel a París, hiriendo profundamente a García Lorca. Dalí y Buñuel colaboran en un corto, el aclamado Un Perro Andaluz (An Andalucian Dog) (1929) que García Lorca piensa que es un ataque hacia él.
En España, García Lorca se convierte en un dramaturgo de éxito. Cuando empieza la Guerra Civil Española (1936), él usa su fama para apoyar a los partidarios del régimen contra las fuerzas fascistas de Franco, a quienes ayudaron Hitler y Mussolini. Viaja a París, dónde le recibe Buñuel, ahora separado de Dalí. En una persecución de la fama y del bienestar, Dalí ha comprometido su arte y sus sueños de juventud. Se ha casado con Gala (Arly Jover), que se lleva 11 años de diferencia con él, y de quién Buñuel dice que mantiene relaciones con cualquier hombre guapo que encuentra mientras que Dalí observa.
García Lorca les visita en su casa fastuosa. Él resiste el flirteo de Dalí. Gala, animada por su esposo, intenta seducirle. García Lorca, borrados todos los recuerdos de su compañero, se va.
Buñuel le pide con insistencia a García Lorca que se quede en París, advirtiéndole que en España le matarán. Aunque está preocupado, dice que debe luchar por lo que cree. En España, concentra a la gente para que se oponga a Franco. En una escena encantadora, su amante masculino besa sus manos después de un discurso. Buñuel, que ha regresado brevemente a su tierra natal, expresa su admiración hacia su amigo y parece haber superado su homofobia.
Cuando visita su familia cerca de Granada en Andalucía, García Lorca y su padre son detenidos por las tropas fascistas, les pegan, les insultan y les matan en un campo, dejando sus cuerpos sin enterrar. En París, Buñuel, visiblemente emocionado, Magdalena y otros amigos escuchan los informativos en la radio que hablan de su asesinato, y brindan por su memoria. Un apenado Dalí se pinta la cara de negro. Los fascistas prohíben los escritos de García Lorca.
En la mayor parte de la película, la dirección de Morrison está llena de lirismo, pero se intensifica hasta alcanzar un final desgarrador. Beltrán, con sus ojos marrones y tristes y su encantadora sonrisa, está espléndido, capturando la gentileza de García Lorca, la valentía y la fuerza. Pattinson está magnífico como Dalí, no deja que la excentricidad se convierta en caricatura. El guapo McNulty (que se parece al joven Alain Delon) está fascinante como el Buñuel complejo y enfadado. Gatel se mueve como Magdalena, aceptando la sexualidad de García Lorca por lo que es: su verdadera naturaleza, que él no eligió. La bonita música es de Miguel Mera, y los evocativos trajes de Antonio Belart.
Aunque el título surge de uno de los poemas de García Lorca, la película está basada en las conversaciones de Dalí en el año 1969, acerca de su amistad. El pintor insistió en que no era gay y declaró que en dos ocasiones rechazó permitir que García Lorca hiciera el amor con él. “En el fondo, sentí que él era un poeta magnífico y le debía un poco del gilipollas Dalí Divino. La película da a entender que Dalí murió cuando García Lorca fue asesinado.
Ni García Lorca ni Franco imaginaron que España cambiaría siguiendo las últimas muertes de 1975. Está ahora entre los países más liberales socialmente. Los gays y las lesbianas gozan de una igualdad completa, incluyendo los derechos de matrimonio y el servicio militar. El Rey Juan Carlos no utiliza el título hereditario, Su Majestad Más Católica, conferido por el Papa Alejandro VI a sus predecesores en el año 1469. Más bien, él reina sobre un país que se libera de una iglesia opresiva y ahora ofrece derechos católicos a todos los ciudadanos. Federico García Lorca ayudó a que esto ocurriera.