La saga "Crepúsculo" ha vuelto a poner de moda a los vampiros - El género evoluciona y los chupasangres ganan en atractivo.
Se trata de una oleada de nuevos vampiros guapos, inteligentes y muy taquilleros -su último capítulo, Eclipse, lleva cerca de 12 millones de euros recaudados y 2 millones de espectadores en España, desde que se estrenó el pasado 30 de junio- destinados a seducir al espectador de la gran pantalla. Pieles níveas y tersas que tienen sus orígenes en la historia del cine vampírico que no fue tan generosa con sus antepasados.
En la historia del cine de vampiros destacan títulos como Nosferatu (1922) que, lejos de la belleza física de su protagonista, ha logrado con los años consolidarse como uno de los referentes del género. La historia similar al Drácula de Bram Stoker aún pervive a pesar de ser uno de los no-muertos más populares.
Sin embargo, el género no sería el mismo sin la interpretación de Bela Lugosi en Drácula (1931). El papel de Conde Drácula dio a Lugosi la fama internacional que le acompañaría durante su carrera profesional, aunque también le costó su equilibrio psicológico y emocional. Devorado por el personaje, Lugosi llegó a creerse el propio Drácula, hasta el punto de vestir como él, dormir en ataúdes e incluso beber sangre humana.
A pesar de las muchas versiones e interpretaciones que se han hecho del conde más famosos del Transilvania, en el imaginario colectivo persiste la actuación de Christopher Lee en el rol de Drácula (1966). Esta fue la segunda producción que la británica Hammer dedicó al vampiro. Y que junto con La maldición de Frankenstein valieron a Lee el título de unos de los actores de cine fantástico más reconocidos de su tiempo.
En 1992 un nuevo hito cinematográfico marca el cine de terror. Drácula, de Francis Ford Coppola, interpretado por Gary Oldman en el papel del conde, junto a Winona Ryder, Anthony Hopkins y Keanu Reeves, vuelve a poner al murciélago en lo más alto de las listas cinematográficas. Una visión más romántica del personaje hizo que la producción de Coppola sedujera a público y crítica por igual.
Aunque si una producción se aproxima a la nueva generación de bellezas vampíricas, esa es Entrevista con el vampiro (1994), que en su momento sentó los cimientos de atractivos chupasangres gracias la participación ene l filme de caras bonitas como Tom Cruise, Brad Pitt, Antonio Banderas y Christian Slater. Todo un elenco de guapos ávidos por la sangre humana.
Salto a la televisión
Pero el boom vampírico no se queda en la gran pantalla sino que traspasa los 16 milímetros hasta la pantalla de televisión. La más reciente ha sido No soy como tú, de Antena 3, una miniserie que ha seguido la estela de Crepúsculo. Anteriormente a ella, la televisión ha contado con otras producciones como Buffy cazavampiros, su filial Angel o la norteamericana True Blood.
Fuente : levante
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