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Muse, Vampire Weekend, Metric y The Death Weather, entre otros, le ponen música a la tercera parte de la saga furor. Los videos de algunas canciones que incluyen pasajes de la película. Melancolía y riffs en su dosis justa.

Por: Pablo Raimondi

Para completar la gama de merchandise de la serie favorita de este vampírico 2010, Eclipse también tiene su banda de sonido con una obra despareja donde la melancolía del piano coquetea con la guitarra indie.

El disco comienza con un tema muy ganchero de Metric. La banda candiense deja el sello en Eclipse (All Yours), un temazo con destino a hit, digno para esta tercera parte de la saga top entre los fanas chupasangres. Desde el sticker promocional del disco, Muse aparece destacado. Entonces el oyente esperará un tema típico de los ingleses que cuaja perfecto para una saga novelera con pianito y todo, (¿o acaso la Crepúsculo no tiende a ser eso?). Galope de la guitarra a full junto a una firme base de batería, Neutron Star Collision (Love is Foerver) es una versión correcta de los ingleses.

El álbum soundtrack de Eclipse comienza a levantar cabeza con la climática Florence and The Machine con Heavy in your arms. El ritmo marcial y melancólico -con toques a lo Siouxsie & The Banshees- pone en clima a aquellos que gusten perderse en los bosques helados canadienses, donde se grabó gran parte del film. Por otro lado, la voz aniñada de la australiana Sia Furler -en My Love- expone las texturas de un disco que a veces se pierde en lo lacrimógeno como Rolling on a Burning Tire de The Dead Weather.

La fantasmagórica y hechizante voz de la británica Natasha Khan (Bat for Lashes), junto a Beck, crean un combo psicodélico y ambient ideal en Let´s get lost. Morrissey, sería otro de los que estaría más que contento con el homenaje (¿o choreo?) de Cee Lo Green, el estadounidense que fusiona rap, R&B, soul y funk. El rasgueo de guitarra en la camaleónica What part of forever, es un tema de "otro disco". Irreconocible.

Los indie rockers de Eastern Conference Champions reptan sonidos, arrastran a medio tempo A million Miles an hour, una canción con toda la onda al mejor estilo Coldplay. ¡Otra de las que salvan el disco! La canción final a puro piano de Howard Shore va de la mano con la bucólica novela que transita caminos entre la hemoglobina y el amor. Sonidos crepusculares.



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